La Organización puede intervenir proactivamente en la comunidad, apoyando a las instituciones y/o mediante la participación de los grupos e individuos que conforman la sociedad civil. Esa acción se denomina participación comunitaria. Su objetivo principal es prevenir y resolver problemas y debe fomentar y fortalecer las asociaciones con otras organizaciones e interesados locales. No debe en modo alguno sustituir la responsabilidad de la Organización por los efectos en la sociedad y el medio ambiente. La participación comunitaria también puede ayudar a las organizaciones a familiarizarse con las necesidades y prioridades de la comunidad, de modo que sus esfuerzos sean compatibles con las expectativas de la comunidad y la sociedad en general.

Muchas comunidades tradicionales o indígenas, pequeñas asociaciones o redes en Internet pueden decidir expresarse sin constituir, sin embargo, una entidad formal, y es importante que la

Organización sea siempre consciente de que muchos de estos tipos de grupos, tanto formales como informales, pueden contribuir activamente al desarrollo. La Organización debe respetar siempre los derechos culturales, sociales y políticos de esos grupos, con el mayor respeto por el estado de derecho y, mediante procesos, respetar los derechos de todos, teniendo en cuenta al mismo tiempo las opiniones de los demás.